¿Por qué olvidamos partes de un evento traumático?
Después de vivir una experiencia muy dolorosa o traumática, es común que algunas personas olviden partes del evento o sientan que su memoria está borrosa o confusa. Esto no significa que haya algo mal contigo. De hecho, es una respuesta natural del cuerpo y la mente para protegerte del impacto emocional.
Y te preguntarás, ¿ ómo funciona esto?. Bueno, cuando vivimos algo traumático, nuestro cerebro entra en "modo supervivencia". Es como si una alarma interna se activara para ayudarnos a resistir y salir adelante. En ese momento:
El cerebro se enfoca solo en lo urgente: sobrevivir.
Las emociones pueden ser tan intensas que el cerebro decide no guardar ciertos recuerdos.
O bien, guarda los recuerdos de forma confusa, desordenada o fragmentada.
Esto no es una decisión consciente. Es algo que ocurre automáticamente, como un mecanismo de autoprotección.
A veces, ante una experiencia traumática, la mente se "desconecta" para evitar sentir tanto dolor. Es lo que en psicotraumatología llamamos: disociación. Algunas señales comunes son:
Sentirse como si lo que pasó fuera un sueño o algo lejano.
No recordar partes del evento.
Sentirse “fuera del cuerpo” durante o después del hecho.
Esto también es una forma de protegernos cuando lo que vivimos fue demasiado intenso o abrumador.
Si te preguntas ¿por qué pasa eso, será que mi mente está fallando?. No, tu mente no está fallando, está haciendo lo mejor que puede para ayudarte a seguir adelante. Así como el cuerpo forma una costra para proteger una herida física, tu cerebro puede “cerrar el acceso” a recuerdos muy dolorosos hasta que estés listo/a para enfrentarlos.
Algunos pacientes preguntan si es que se pueden recuperar esos recuerdos; la respuesta es que, a veces, con el tiempo y con apoyo terapéutico, los recuerdos vuelven poco a poco. Otras veces, no es necesario recordarlo todo para sanar. Lo importante no es forzarte a recordar, sino aprender a sentirte seguro/a en el presente.
En resumen:
Olvidar partes de un evento traumático es normal y protector.
Es una respuesta automática del cerebro para cuidarte.
No necesitas recordar todo para sanar.
Con apoyo, es posible recuperar el bienestar y la sensación de seguridad.
Si tú o alguien que conoces está atravesando algo similar, no estás solo/a. Hablar con un/a profesional de la salud mental puede ayudarte a entender lo que estás viviendo y encontrar formas amables de sanar.