Cuando hay inseguridad en la pareja que viene de heridas de infancia.

Es común creer que la inseguridad en una relación surge solo por lo que hace o deja de hacer nuestra pareja. Sin embargo, muchas veces esas emociones intensas no nacen en el presente, sino en experiencias pasadas que quedaron grabadas en nuestra memoria emocional, generando heridas de infancia.

De niños dependemos totalmente del cuidado y aceptación de quienes nos crían. Si crecimos con rechazo, abandono, crítica constante o falta de afecto, es probable que hayamos desarrollado creencias y mecanismos de defensa para sobrevivir.

En la vida adulta, esos patrones pueden reactivarse con ciertas conductas de nuestra pareja, aunque no sean tan graves como las del pasado. Por ejemplo:

• Si viviste abandono, puedes sentir ansiedad extrema cuando tu pareja se distancia o tarda en contestar.

• Si fuiste muy criticad@, puedes interpretar comentarios neutros como ataques.

• Si aprendiste que el amor se “gana”, puedes esforzarte de más para no ser dejado de lado.

La combinación: presente + pasado:

Esto no significa que “todo está en tu cabeza”. Muchas veces hay conductas reales en la pareja (ambigüedad, críticas, poca claridad) que sí generan inseguridad. El reto es distinguir qué parte es del presente y qué parte es de tu historia.

¿Cómo reconocerlo?:

• Observa tus reacciones: ¿son proporcionales al hecho o muy intensas?

• Pregúntate: “¿Qué me recuerda esto? ¿He sentido lo mismo antes?”

• Nota si aparecen pensamientos infantiles como “No soy suficiente” o “Me van a dejar”.

¿Qué puedes hacer?:

1. Ponle nombre a tus emociones: ansiedad, miedo al abandono, rabia, tristeza.

2. Habla desde ti, no desde la acusación: “Cuando pasa X, me siento Y”.

3. Trabaja tus heridas: terapia, escritura, meditación, ejercicios de regulación emocional.

4. Pon límites claros: identificar conductas que sí son dañinas en el presente.

Sanar tus heridas no significa culparte; significa dejar de vivir el presente con las gafas del pasado. Así puedes elegir con más claridad y construir relaciones seguras.

Una pareja sana no va a borrar tus heridas, pero sí puede acompañarte mientras las sanas. Y tú puedes aprender a reconocer cuándo tu inseguridad es una señal de que necesitas cuidarte y proteger tu corazón.

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